lunes, 22 de junio de 2009

Existen disparidades en el acceso a la educación


A nivel mundial la proporción de adolescentes de 14 a 17 años de hogares con necesidades básicas insatisfechas que no asisten a la escuela y que nunca asistió o que no completó la escuela primaria, alcanza uno de cada cinco (19 %). Mientras este porcentaje para los adolescentes sin necesidades básicas insatisfechas corresponde al 4%.
El problema que se vive actualmente, deja a la institución escolar como receptora de demasiadas demandas, no teniendo esta los
medios necesarios para hacerse cargo de las mismas.
No es necesario pararse a pensar mucho para darse cuenta de la gran influencia que ejerce sobre nosotros la sociedad, pues es ella sin duda la que
marca los límites entre fracaso y éxito. Vivimos en una sociedad enormemente competitiva. Si a todo esto añadimos que se está fomentando una cultura del ocio y del consumismo, vemos que el conjunto desemboca en la falta de comunicación ya no sólo dentro del núcleo familiar, sino incluso fuera a veces. El número de horas que se pasa un niño delante de la TV, es mayor que las que pasa delante de los libros. Desde luego que niños criados en este tipo de ambientes no pueden generar más que estrés, tensión y nervios.
Los padres deben favorecer el
desarrollo y la motivación de sus hijos, pues son para sus hijos el principal modelo y objeto de identificación. El fracaso escolar no es sólo un fracaso de los niños sino que puede abarcar a padres profesores...e incluso alcanzar extremos tan radicales como el suicidio. Es de vital importancia que los padres se vuelquen en la educación de sus hijos desde pequeños, pues es la manera más eficaz de evitar futuros fracasos.
Es importantísima la
coordinación entre todas las personas que traten al niños, la familia como principal núcleo formativo del pequeño, deberá dar al niño una estabilidad emocional, seguridad, protección, confianza en si mismo, un sistema de valores... que constituyan las mejores garantías de una infancia feliz y de un desarrollo armonioso de la personalidad: "cuando se cierra la puerta a la voluntad, se abre la ventana del fracaso".
Todo lo que pasa en casa repercute en el niño y en su rendimiento escolar. Una
actitud sobre proteccionista por parte de los padres puede llevar a una excesiva dependencia, falta de confianza en si mismo, infantilización y conductas regresivas, poca tolerancia a la frustración.
La edad de los padres es un factor a tener en cuenta a la hora de tratar el fracaso escolar, es mayor le número de casos de retraso escolar en los hijos nacidos de padres mayores, así como también en el caso de madres demasiado jóvenes.
La excesiva exigencia por parte de los padres puede llevar al niño a un desinterés, en el que su amargura y frustración le hagan disminuir sus aspiraciones. Todo niño tiene unas necesidades que deben ser respetadas.
El fracaso en la escuela no implicaba el fracaso en
el trabajo y en la vida.
Actualmente la situación ha cambiado, la educación obligatoria se ha generalizado a todos se han ampliado los años de escolaridad y se esperan del alumno muchos más conocimientos. Sin duda la causa de esta mayor exigencia actual de conocimientos obedece a la progresiva expansión del desarrollo científico y tecnológico el saber y la educación tienen una función económica y de supervivencia.
Actualmente el éxito en la vida depende en gran parte del éxito escolar. Las carreras universitarias son condición para ocupar los puestos más remunerados económicamente y de mayor prestigio social.
La salud y la
alimentación, condiciones fundamentales para la sobrevivencia, son derechos a los que acceden en forma inequitativa los niños en nuestro país.
La Deserción escolar que se asevera es
producto de la escasez de fuentes de empleos y de extrema pobreza en la cual se encuentran sumergidas gran número de familias.

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